Hace algunos días se conoció una noticia que nos llenó el corazón a muchos amantes y apasionados del deporte:
Rafa Nadal le cumpliría el sueño al tenista más longevo del mundo, un ucraniano de 97 años cuyo sueño de toda la vida era conocer al Español y tener la oportunidad de compartir una conversación sobre la pasión y el amor que ambos tienen por el tenis.
Su nombre es Leonid Stanislavski, y a su edad aun compite en torneos de la ITF y tiene el récord Guinness de ser el jugador más anciano en actividad.
Si has podido ver las imágenes y videos publicadas sobre este momento, habrás notado que fue un encuentro memorable en el que el aficionado no solo pudo conversar con su ídolo de la vida, sino que también peloteó con él en la Academia de Rafa en Manacor, cumpliendo así su sueño más anhelado.
Esta noticia nos llevó a muchos por varias líneas de pensamientos, el primero que todos tuvimos fue: ¡no hay límites de edad para cumplir los sueños! y sí, indiscutiblemente es la primera lección que podemos recibir de este encuentro.
Sin embargo, queremos llevarte a reflexionar un poco más allá y que te detengas a pensar en cómo el deporte puede llegar a convertirse en un compañero en cada etapa de nuestras vidas. Seguramente este hombre tuvo su primer encuentro con el deporte a muy temprana edad, y desde entonces le ha acompañado a recorrer cada desafío, obstáculo, victoria, derrota, y finalmente, en el cumplimiento de su más grande sueño.
Sin duda, la actitud de este hombre nos enseña que el deporte no solo nos ayuda en la salud física, sino también en la emocional. Una persona que haya dedicado su vida al deporte, como él, será una persona que habrá aprendido a vivir y disfrutar cada experiencia con pasión e intensidad, con entusiasmo y vitalidad, porque así es el deporte; ¡mantiene nuestro espíritu vivo!
Quienes han tenido la fortuna de dar sus primeros pasos dentro del deporte, probablemente hoy puedan decir que las mayores enseñanzas que han obtenido a lo largo de sus vidas han sido de la mano de éste, ya que crecer dentro de un ambiente deportivo nos brinda muchos beneficios, como desarrollar más confianza en nosotros mismos, saber relacionarnos mejor con los demás, tener una actitud positiva ante cualquier circunstancia, trabajar en la superación diaria, e incluso a superar traumas que de otra forma nos impedirían vivir a plenitud.
¡Si! En definitiva, el deporte es el mejor compañero al que podemos darle lugar en nuestras vidas. Quien practica un deporte, no solo vive por él, sino que vive con él. Tu, ¿Consideras al deporte como un compañero de vida?