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La paciencia es una virtud de ganadores.





La paciencia es una virtud que recompensa muy bien, pero de la que, lamentablemente, muchos carecemos. Vivimos una época donde la inmediatez lo es todo. Tener lo que queramos a nuestro alcance en cuestiones de segundos, enviar u obtener respuestas rápidas gracias a facilidad en las comunicaciones, la permanente conectividad, son cosas que han hecho que llevemos nuestra cotidianidad con mucha premura.


Todo lo queremos para “ya”, cada vez somos menos tolerantes a la espera y nos frustramos cuando algo no lo conseguimos dentro del plazo de tiempo que esperábamos. Nos mantenemos bajo una sensación de aceleración que raya en lo anormal.


La inmediatez, las prisas y la celeridad que han impuesto los avances tecnológicos han trastornado los ritmos fisiológicos de las personas. Y lo alarmante de todo, es que esta actitud está siendo tomada con normalidad, cuando la verdad puede resultar muy dañina.


Llevada al deporte, esta falta de paciencia puede ser letal para el desarrollo de un atleta, ya que la impaciencia por lograr o conseguir resultados puede provocar frustración, estrés, disminución del autoestima, y otros trastornos relacionados.


Cuando vemos las victorias de Leonel Messi, Rafa Nadal, Cristiano Ronaldo o cualquier otro deportista exitoso pensamos en como de la noche a la mañana han alcanzado tan importante lugar dentro de la historia deportiva, y hasta soñamos con algún día llegar hasta donde ellos están. Sin embargo, olvidamos que la carrera de estas estrellas no comenzó desde donde están hoy, si no que, seguramente tuvieron que enfrentarse a muchos momentos de espera.


El deporte, independientemente de la disciplinas, requiere perseverancia, y la perseverancia está intrínsecamente relacionada a la paciencia. Una no puede estar independiente de la otra, y sin ninguna nuestro camino dentro del deporte se puede frustrar.


Como deportistas necesitamos paciencia para todo. Comenzando con la que nos debemos a nosotros mismos, que nos ayudara a alcanzar, poco a poco, las metas que nos hemos propuesto, sin desanimarnos cuando alguna de ellas no la consigamos dentro del tiempo que deseábamos.


Necesitamos paciencia para relacionarnos con nuestros entrenadores, con nuestros compañeros, alumnos y poder ser tolerantes a cada personalidad. Necesitamos paciencia para soportar las caídas, las pérdidas, los fracasos y tropiezos, que seguro no faltarán en nuestro camino.


Tener una actitud paciente es todo una virtud que nos llevara a escalar lo mas alto que podamos soñar. Porque no, tener paciencia no tiene nada que ver con esperar que las cosas sucedan por sí solas, sino en trabajar disciplinadamente por ellas, teniendo la certeza de que todo llega y ocurre en el momento justo, y que todo lo que pasa durante el camino tiene una razón de ser, que normalmente cobra sentido en la llegada.


Finalmente, dicen que la paciencia es una virtud de los sabios, yo digo, también, que la paciencia es una virtud de los ganadores.



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