En la actualidad el acceso fácil a todo tipo de información, hace que se nos dificulte filtrar o seleccionar lo que es correcto implementar o lo que es realmente verdadero.
Vemos constantemente diferentes propuestas de métodos de entrenamiento para mejorar las distintas capacidades físicas, presentándose como la MEJOR Y ÚNICA OPCIÓN válida para todo tipo de personas y objetivos.
Frente a todo ello, deberíamos preguntarnos
Qué dice la ciencia al respecto ?
Cuál es el volumen, intensidad, carga o recuperación en cada sesión de trabajo?
Se respetan las pautas necesarias para prevenir lesiones?
Todos los métodos anteriores, ya no sirven?
El trabajo va en correlación con los objetivos?
Como primer punto a tener en cuenta, deberíamos respetar la INDIVIDUALIDAD, teniendo como parámetro fundamental LA EVALUACIÓN. Con esto nos referimos a poder conseguir la mayor información posible del deportista, partiendo de la historia clínica para determinar patologías, lesiones, cirugías, etc., como también el estado emocional, historial deportivo, expectativas con respecto a la actividad y por supuesto testear las diferentes cualidades físicas.
Una vez obtenida la información, realizar la planificación y registrar la respuesta a lo propuesto
Dentro de la estrategia que establezcamos deberíamos tener en cuenta las características de la población o grupo en el que se encuentra el sujeto. No se puede abordar de la misma manera el entrenamiento a niños, adolescentes o adultos, hombres o mujeres, sedentarios o deportistas. De la misma manera, también influye el ámbito socio económico y cultural.
Cada grupo tiene diferentes particularidades desde lo fisiológico, psicológico y pedagógico.
El segundo punto a destacar es la importancia del trabajo ESPECÍFICO en cuanto a objetivos orientados a la salud, el tipo de deporte, rehabilitación, etc.
Vemos con demasiada frecuencia como propuestas de sesiones de entrenamiento buscan ejercicios nuevos o creativos, pero no respetan la realidad del deporte y lo que es más grave no consideran el gesto técnico específico del deporte en cuestión y hasta se refuerza el error.
Resumiendo, es importante considerar ciertos parámetros generales, que nos facilitarán alcanzar los objetivos:
1) EVALUACIÓN: obtener la mayor información para tener un perfil del deportista lo más exacto posible.
2) PLANIFICACIÓN: trabajar con objetivos claros y alcanzables, además de una adecuada distribución de cargas.
3) CONOCIMIENTO: de las cualidades físicas que se están trabajando, respetando volumen, intensidades, recuperaciones, densidad, etc.
4) INDIVIDUALIDAD: ver al individuo como un TODO. El rendimiento del deportista se ve directamente influenciado por su fisiología, psicología, nivel técnico y condición física, ya que actúan en sinergia.
5) REVISION PERIÓDICA: regularmente revisar objetivos y plan de trabajo, ya que la realidad del entrenamiento es cambiante y dinámica por la influencia de múltiples factores.
Cada método de entrenamiento tiene factores fuertes y otros no tanto, pero está en manos del profesional discernir el mas conveniente para cada individuo y en cada momento.
Por Jorge Rodríguez Lorenzo
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